Tenlo claro...

La primera vez que traspasó aquella puerta, apenas alcanzaba el metro de estatura. Se quedó en el umbral, aspirando el aroma a magia que desprendía aquella casa. La estancia estaba en penumbra, iluminada únicamente con una luz anaranjada, sin fuente aparente, al menos el pequeño no sabía de donde venía.

Se atrevió a dar un paso, y otro, y otro, hasta que se encontró de frente con la dueña de la casa, la que lo había traído hasta allí. Estás entrando en el mundo de los sueños, el mundo de las artes, el mundo ficticio y real, donde todo se rompe y se regenera de nuevo. Donde todo es infinito. Ahora te lo creerás, pero cuando seas mayor, empezarás a ponerlo en duda.

Los adultos son todos unos ilusos, no saben que la literatura lleva a todas partes.

viernes, 31 de mayo de 2013

Páginas

Lo vi de frente. No tenía pensada ninguna estrategia, solo verlo. Esperar que se acercara a mí.

Que por una vez, se interesaran sin saber que había detrás de mi expresión.

Me miró, extrañado, con una ceja alzada, esperando una reacción. No la hubo.

Sentía esa forma de mirarme, desde otro punto de la sala. Sentía la incertidumbre, sentía el dolor de ver como chocaba que me estuviera dejando encandilar. Aunque esta vez no se notase.

"No le interesa"

Su mente se convencía sola de aquello. Pero era una preciosa mentira hecha para no romper el corazón en mil pedazos.

"No le interesa"

Cada vez sonaba más alto, gritando, haciéndose notar por encima del resto de pensamientos. No me dejaba escuchar el de la persona que se acercaba.

Me empotró contra la pared, con una sonrisa de medio lado en el rostro, con sus manos a ambos lados de mi cabeza, mirándome.

Sentía su respiración sobre mi. Sentía como me taladraba con la mirada, esperando ver un brillo que le diera la salida.

"NO LE INTERESA" Volví a escuchar.

Pero ya era demasiado tarde. Él estaba allí, él también. Vaciló unos instantes antes de frotar su nariz contra la mía, y recortar la distancia que existía.

Y en ese momento, el ruido del cristal roto, resonó con eco por toda la habitación.

Y en mi cabeza, el de un libro pasando una página.

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