Tenlo claro...

La primera vez que traspasó aquella puerta, apenas alcanzaba el metro de estatura. Se quedó en el umbral, aspirando el aroma a magia que desprendía aquella casa. La estancia estaba en penumbra, iluminada únicamente con una luz anaranjada, sin fuente aparente, al menos el pequeño no sabía de donde venía.

Se atrevió a dar un paso, y otro, y otro, hasta que se encontró de frente con la dueña de la casa, la que lo había traído hasta allí. Estás entrando en el mundo de los sueños, el mundo de las artes, el mundo ficticio y real, donde todo se rompe y se regenera de nuevo. Donde todo es infinito. Ahora te lo creerás, pero cuando seas mayor, empezarás a ponerlo en duda.

Los adultos son todos unos ilusos, no saben que la literatura lleva a todas partes.

miércoles, 10 de febrero de 2021

Fantasmas

 Ya sé que normalmente escribo las historias a través de Alma. Pero hay ocasiones en las que esconderse detrás del alter ego no es suficiente para desarrollar por completo un estado de ánimo. 

Empezaré diciendo que debería estar agradecida. Debería estarlo. 

Pero últimamente hay una presión en el pecho que no cede, día tras día, esperando a que me tambalee por un instante y hacerse dueña del mundo en el que vivo.

Quizás nadie espere que sea perfecta en todo. La perfecta hija, la perfecta novia, la perfecta amiga... Pero el caso es que esta presión no me abandona y cada día me intenta frenar en el intento de considerarme una persona feliz. 

Estoy en constante presión bajo mi misma. No paro de repetirme que todo lo que hago, lo hago mal. Y no en el sentido personal, sé que tengo buenas facetas, que se me dan bien y las cuales disfruto. Pero en cuanto a las relaciones sociales...

A veces me gustaría desaparecer. Sin más. Dejar este absurdo momento en el que pienso que, si no me hubiera distraído durante horas haciendo cosas que disfrutaba yo sola, como ver vídeos, o una serie, o dibujar o leer... O incluso mirar al techo sin una razón aparente porque mi mente ha decidido ponerse en blanco durante un rato pudiera significar que estoy dejando desatendidos a mis seres queridos. 

No tendría que ser así. Pero a veces la sensación es tan grande que necesito desaparecer. Huir de todo y quedarme sola y tranquila. 

Quizás por eso no tenía ganas de ser a veces. O de irme lejos a un lugar donde nadie me conozca. 

Qué sorpresa, después de todo, sigo siendo Sherlock. De verdad. Y sigo en mi incesante búsqueda de mi Palacio de la mente. Ojalá pudiera vivir allí.

La cuesta cada vez es más grande y el esfuerzo es mayor. Y yo simplemente solo quiero quedarme sentada y que el tiempo se pare.

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