Tenlo claro...

La primera vez que traspasó aquella puerta, apenas alcanzaba el metro de estatura. Se quedó en el umbral, aspirando el aroma a magia que desprendía aquella casa. La estancia estaba en penumbra, iluminada únicamente con una luz anaranjada, sin fuente aparente, al menos el pequeño no sabía de donde venía.

Se atrevió a dar un paso, y otro, y otro, hasta que se encontró de frente con la dueña de la casa, la que lo había traído hasta allí. Estás entrando en el mundo de los sueños, el mundo de las artes, el mundo ficticio y real, donde todo se rompe y se regenera de nuevo. Donde todo es infinito. Ahora te lo creerás, pero cuando seas mayor, empezarás a ponerlo en duda.

Los adultos son todos unos ilusos, no saben que la literatura lleva a todas partes.

viernes, 1 de octubre de 2010

La bola de arroz.

Recuerda, toda bola de arroz tiene una ciruela, una ciruela que nadie ve... ¿Que por qué? Porque está en nuestar espalda, nosotros mismos no podemos verla, no es como nuestro ombligo, que basta con mirar hacia abajo para contemplar la única cicatriz con la que nacemos y morimos. Pero que la ciruela no al veamos no signifique que no esté. Claro que no, todo el mundo puede verla....

¿Cuánto pasó desde aquella ciruela? Cuanto, pequeña.

Me cuesta escribir, pensar sobre ello me hace daño, no me gusta. No es que no me guste, pero es duro.

Cada día siento que te alejas, como una hija de papel flotando en el agua, atravesando las olas que se forman... que la arrastran hasta las profundidades.

Nunca sé si soy lo suficientemente fuerte para soportar todas las situaciones que se me ponen delante, pero soy consciente de que no soy yo sola la que tiene que afrontarlas.

¿Qué si me da pena? ¡Qué si odio el destino? Si, y por supuesto si. Nunca creí que la posibilidad de irse lejos me tocase tan pronto y tan cerca. No es a mí, pero como si lo fuese. Es una parte de mi. Es una de las tres.. cuatro partes más importantes en mi vida. Y se va, se va lejos por dos años con descansos cortos ¿Soportar? ¿Vivir?
Si cupiera en la maleta no me lo pensaba dos veces... Iba de cabeza.

Y aún así sigo sin saber como plasmar lo que... siento lo que me faltra, porque casi todo lo que me importa en la vida, es inexplicable, y como cosa inexplicable no se puede encerrar en un cúmulo de palabras. No es uan cosa que vayas a encontrar en las lineas o entre ellas. Es importante saber, saber que hay una parte que sigue aqui y saber que no se va.

Si, otra vez nos hemos olvidado de devolvernos los comics, si, otra vez nos hemos despedido, y parece que nos vamos a ver mañana, aunque creo que no será así. Todavía no noto la distancia, cosa que noto bastante a menudo, aún sigues aquí. Aquí ¿entiendes? Debería señalar el corazón. Señalo la cabeza.

Siempre estarás ahí, mi pequeña bola de arroz. No te puedo echar de menos... porque siempre vas conmigo. Siempre

No hay comentarios:

Publicar un comentario